En ese momento, si aún no me hubiera mudado... Un día, una hermosa oficinista que hacía lo mejor que podía todos los días fue secuestrada y mantenida cautiva por un extraño. A partir de ese día, fue entrenada por un hombre pervertido, se convirtió en esclava sexual, tenía que tragar y orinar, y también le dispararon semen vaginal. Sin embargo, poco a poco el cuerpo empezó a buscar su placer, y ella acabó desempeñando el papel de esclava sexual ideal del hombre.